España
en la Primera Guerra Mundial
El
mayor de los dos países que componen la Península Ibérica en el
sur de Europa, España se mantuvo neutral durante los años previos a
la Primera Guerra Mundial, evitó la firma de acuerdos y alianzas con
ningún país y durante la Gran Guerra no participó de manera activa
con ningún bando, pero sí jugó un importante papel como país
productor de recursos y suministros para la guerra.
Causas de la Neutralidad Española
El
por entonces partido gobernante conservador dirigido por Eduardo
Dato interpretó que España
no estaba preparada para entrar en una guerra del calibre de la
Primera Guerra Mundial puesto que carecía de motivos claros y de
recursos suficientes para presentar batalla a potencias como
Alemania. La decisión del gobierno estuvo respaldada por el Rey
Alfonso XIII que sin embargo tenía otra opinión.
El
Rey Alfonso XIII consideraba que la entrada en la guerra de España
del lado del bando aliado hubiera sido beneficiosa para adquirir
presencia en Europa y además adherirse ciertos territorios deseados
como Tánger. Sin embargo, Alfonso XIII pensaba que estaba rodeado de
“cerebros
de gallina” (refiriéndose a
los políticos españoles) que no tenían el valor suficiente como
para afrontar un papel dominante en la guerra.
Consecuencias de la Neutralidad Española
El
impacto inicial de la Primera Guerra Mundial sobre España produjo
un impulso
económico e industrial de
España que le permitió crecer enormemente y saldar la deuda
pública.
Sin
embargo, en el año 1917 se produjo una crisis en España debida a
que el gran número de exportaciones hizo crecer el precio de los
productos de primera necesidad y los salarios se estancaron se
produjo una huelga general debido a ello. Además la Epidemia
de la Gripe de 1918 afectó
duramente a toda Europa pero en España se hizo más latente, con un
total de 8 millones de personas infectadas de las que fallecieron
300.000.